La Ley
General de Educación de 1960 en España con muy buen criterio,
dejó libertad para que pudieran coexistir la escuela mixta y la es cuela diferenciada, algo que hoy
echamos de menos: se había dado un gran paso que con la llegada de la LODE no iba a tener
continuidad. A partir de aquí se impone
un tipo de enseñanza comprensiva que avanza por
senderos políticos del igualitarismo por el que se proclama no sólo la igualdad
de sexo, sino también la igualdad intelectual. Con la LODE de los socialistas la
coeducación pasa a ser obligatoria en los centros públicos. Parecería que con ello se habría
logrado la culminación de un sueño femenino, parecería que con ello se había
puesto fin a la discriminación educativa que durante tanto tiempo venía
sufriendo la mujer. Pues no. Esto no es así. Veamos
Nadie
pone en duda la igualdad de derechos y de oportunidades en materia de
educación, otra cosa bien distinta es la coeducación. Han sido las propias
mujeres más comprometidas las que han
comenzado a cuestionar la coeducación porque no ha respondido a las
expectativas y esperanzas en ella depositadas. De la coeducación se esperaba
por ejemplo una mayor integración que propiciara una más estrecha colaboración
entre el mundo masculino y femenino, disminución de la homosexualidad,
disminución de la agresividad masculina, se esperaban amistades más sinceras,
matrimonios más maduros y mejor avenidos. Nada de esto parece haberse cumplido
satisfactoriamente. Se teme que lo que haya sucedido ha sido abrir las puertas
de colegios masculinos para que en ellos entren las mujeres, sin el menor
respeto a la identidad femenina, es decir obligar a las chicas a entrar en una
escuela de chicos y para chicos, universalizando el modelo masculino, sin el
menor respeto a la igualdad de oportunidades.
Así
se explica que los valores femeninos fundamentales estén a la baja: los valores
domésticos, la exquisitez, la afectividad, la delicadeza, el buen gusto han
desaparecido de la escuela, donde predomina la competitividad, agresividad, el
sentido práctico de la vida. Esto explica que actividades tradicionalmente
femeninas como costura, ornamentación etc hayan desaparecido del curriculum
escolar, mientras actividades más vinculadas a lo masculino tengan cada vez más
importancia como es el deporte por ejemplo.
En una palabra la escuela mixta no está satisfaciendo las aspiraciones
de la mujer, porque en ella el sexo masculino sigue teniendo ventaja sobre el
femenino. En este tipo de escuelas la forma de ser y de comportarse la imponen
los chicos cuando de lo que se trata es de las jóvenes adolescentes tengan la
posibilidad de un personal desarrollo, que les permitiera ser ellas mismas.
Después
de tanto tiempo en que se creía que con la coeducación llegaría la igualdad de
oportunidades para la mujer, resulta que según parece esto no es así. Es como
aquel ave que después de haber conseguido acostumbrarse a vivir en cautividad
un día ve la jaula abierta y su instinto le dice que tiene que salir de allí
porque ha nacido para vivir en libertad. O como aquel ínclito aspirante a
crítico del séptimo arte cuando se lamentaba diciendo: ahora que después
de tanto esfuerzo había aprendido a decir pilicula, resulta que se dice
flin. En los últimos años la coeducación
ha pasado por ser un dogma pedagógico, un signo de progreso, una formula
asociada al mismo concepto de educación, un punto de no retorno. ¿será esto cierto? ¿Hemos de ver en la
coeducación el exponente de la igualdad de oportunidades entre los sexos?
Veamos:
Es
un hecho que desde los años 80 países
pioneros de la coeducación como Inglaterra y Norte- América a la vista de los
resultados comienzan a dar marcha atrás al tiempo que se oyen voces en contra
de la escuela mixta y a favor de la escuela segregada. Más que de un dogma la coeducación comienza a
verse como un apriorismo pedagógico carente de fundamentación sólida. Eran los
comienzos de un debate que aún continua abierto y de cuyo resultado final van a
depender aspectos fundamentales de la familia y de la sociedad en general. Las
posturas enfrentadas van clarificándose.
Los
defensores de la coeducación basan su postura en razones tales como el que este
tipo de educación supone un enriquecimiento mutuo de los sexos , que facilita
la comunicación entre los mismos, que hace posible un intercambio complementario por el que las chicas se
benefician de las aportaciones de los chicos y viceversa. También aducen
razones de tipo práctico cuales son las de que este tipo de educación resulta más
económico y más cómodo para los padres que pueden llevar y recoger al mismo
tiempo en el mismo colegio tanto a sus
hijas como a sus hijos así como tratar
con los mismos profesores.
Por
otra parte la coeducación ofrece posibilidades reales para la convivencia
natural de los dos sexos. Si la educación ha de ser un aprendizaje para la
vida, en la escuela habría que crear el mismo ambiente que reprodujera lo que
se vive en la familia, en la calle, en la sociedad y esto es precisamente lo
que no quieren muchos de sus detractores sobre todo en las filas del feminismo
más comprometido con este tema. Exactamente esto es así. Los defensores de la
igualdad de la mujer no ven con buenos ojos que en la escuela se siga
reproduciendo el modelo patriarcal que se vive en la familia y en la sociedad. Se muestran recelosas de que en
la escuela mixta se reproduzca la superioridad masculina y la subordinación
femenina, hay miedo y así lo denuncian del comportamiento dominante por parte
de los chicos del que no están ausentes las agresiones físicas y verbales
aderezadas con un lenguaje manifiestamente sexista. Al final lo que se ha
impuesto en la escuela mixta son los gustos, formas y maneras masculinos.
Esta
presunta homogenización de la escuela sobre la base del modelo masculino, no es
la única razón que hace que hoy en día
se cuestione la coeducación. Hay un hecho bio- psicológico suficientemente constatado, que pone de
manifiesta diferencias apreciables entre chicos y chicas. Su desarrollo físico,
intelectual , emocional, es distinto. En los sexos se esconden rasgos
específicos que dan origen a necesidades y posibilidades diversas. Estas
diferencias en los ciclos de desarrollo vital se traducen pedagógicamente
hablando en ritmos distintos de aprendizaje en una desigualdad en la captación
de estímulos, desigualdad también en las motivaciones yen general en todo el
comportamiento. Sabido es de todos que el proceso de maduración no es el mismo
par los chicos que para las chicas. Así de 10 a13 años los niños se desarrollan
más de prisa que las niñas , en tanto que de los 14ª los 17 son los chicos los
que evolucionan más rápidamente. Estas diversidades en la escuela mixta no son
tenidas en cuenta, por lo mismo no debiera sorprender a nadie que desde los propios ámbitos de la pedagogía
se comience a poner en duda la eficacia de la coeducación.
Lo
que se está necesitando es un sistema educativo que satisfaga las legítimas
aspiraciones femeninas de igualdad de
forma real y no sólo aparente, un sistema educativo en el que las actitudes,
motivaciones y valores de ambos sexos
sean tenidos en cuenta. No puede mantenerse por más tiempo educar a las chicas
como si fueran chicos. Nunca so pretexto de igualitarismo se pueden atropellar
el derecho a la diversidad, sobre todo si éste tiene su origen en la propia
naturaleza. A lo que parece se ha pensado que
la igualdad de oportunidades iba asociado indefectiblemente a la
coeducación y este ha sido el error. La realidad es que sólo se puede hablar de
igualdad de oportunidades cuando se tienen en cuenta las diferencias
específicas
. A mi modo de ver se actuó con precipitación
y se impuso a la fuerza un sistema educativo que resulta discriminatorio para
la mujer, aunque ello pueda resultar a primera vista paradójico. Las críticas
exacerbadas, incluso burlas y mofas que se hacen de la separación de chicos y
chicas en la escuela demuestran el
desconocimiento de la cuestión.
Las
recientes investigaciones vienen aportando una serie de datos que obligan
cuando menos a tomar en serio este asunto y a estudiarle con todo rigor. Es
Burgess quien recientemente ha dicho “que
la creciente evidencia de que la coeducación crea a los alumnos más problemas
que soluciones, lleva a restaurar el
valor de las escuelas de un solo sexo y
a poner en duda el presupuesto de que la
coeducación ofrece las mejores oportunidades para el logro de la igualdad.”
Independientemente
de la postura que se tome en este asunto lo que puede resultar significativo es
reparar en algo que a modo de conclusión paso a reseñar: En primer lugar me referiré
a la posible motivación que ha llevado a imponer obligatoriamente la
coeducación en España, que a mi modo de ver es de índole política, como casi
todo lo que se hace en este país. Hemos asistido asistiendo a un proceso de
politización de las instituciones educativas, El ideal político del
igualitarismo en todos los órdenes es la razón que explica el modelo de escuela
monolíticamente mixta y comprensiva, a pesar de los malos frutos que se están
cosechando. Según los últimos estudios realizados, España, en materia educativa
figura en los últimos lugares de nuestro entorno. Por otra parte hoy en España
se tiene miedo a ser complaciente con un pasado histórico. La propaganda
política se ha encargado de asociar escuela mixta a progreso y escuela
diferenciada a regresión. Con estos presupuestos es fácil hacer funcionar
imperativos apriorísticos sobre coeducación que lejos de abrir nuevas
posibilidades lo que están haciendo es impedir un debate serio y reflexivo
sobre la cuestión.
Es obligado
decir, y con esto acabo, Que lo que a una sociedad pluralista como la nuestra
correspondería, habría de ser una escuela pluralista que tuviera en cuenta el
sentir de las familias y no imponerlo todo desde las altas esferas, de modo que
las familias que quisieran que sus hijos fueran educados en escuelas públicas
diferenciadas se les dieran oportunidades. ¿ por qué el Estado ha de decidir
una cuestión que corresponde decidir a las familias? Si es verdad que en España estamos viviendo
un régimen de libertades esto tendría que hacerse realidad a través de una escuela plural con
espacios suficientes de libertades para
poder atender a las distintas demandas. Es claro que si hay quienes están a
favor de la coeducación también les hay que están en contra. Lo que viene
a demostrar una vez más que la LODE Ley Orgánica
de Educación por la que se rige
nuestro actual sistema educativo no es la ley socialista para todos los
españoles, como en su momento se dijo, sino
sólo para algunos españoles. No se puede olvidar que la mejor ley
educativa no discriminativa en razón de
sexos es la que se hace teniendo en cuenta su diversidad.