2022-06-23

180.- “Corpus Christi”, festividad para todo el año

 



Estamos ante un misterio entrañable y sobrecogedor. Habiendo llegado la hora de partir, Jesús encuentra la forma de permanecer con los suyos por siempre y para siempre. “Me voy al Padre, pero yo siempre estaré a vuestro lado y nunca os dejaré solos”. No son palabras retóricas, son la expresión exacta de un hecho real, que se traduce en la presencia física de Jesús de Nazaret, repartida a través de todos los sagrarios del mundo, que vienen a ser como pequeños oasis de paz, donde Él nos espera pacientemente para confortarnos y lavar las heridas que a cada paso nos va dejando la vida.  Yo no conozco mejor terapia para los corazones quebrantados y abatidos que descansar un tiempo, relajados y sin prisas, junto a Jesús Sacramentado.  

Hay que ir al sagrario reposadamente y tratar de encontrar allí el silencio de Dios.  Si alguien sabía perfectamente que tendríamos necesidad de ser reconfortados y consolados era precisamente Él, que vivió nuestras mismas experiencias y participó de la misma complicada aventura que es vivir la humana existencia, pero no fue solamente esto; la naturaleza humana de Cristo participó de nuestros mismos sentimientos y lógicamente era muy sensible a una despedida tan drástica. El había cogido un gusto sobrehumano a nuestra tierra y a vivir entre los hijos de los hombres. Habíamos llegado a ser sus amigos del alma y le costaba mucho desprenderse de lo que tanto quería. Las obras de Dios son perfectas y siempre tienen continuidad en el espacio y en el tiempo; quiso ser amigo para siempre permaneciendo para seguir disfrutando de nuestra compañía, aún a sabiendas de que le íbamos a abandonar y dejar en el olvido. Desgraciadamente ésta es una de las tristes características de nuestra sociedad, juntamente con el olvido de Dios. Te has quedado en nuestra misma casa y nosotros no queremos saber nada de ti.

La respuesta que los hombres estamos dando a este misterio de amor, aun siendo manifiestamente insatisfactoria, no empaña para nada su grandeza.  Una vez al año el pueblo cristiano sale a la calle para celebrar la presencia real de Jesucristo Sacramentado, pero el resto de los días lo tenemos olvidado.  Nada tan triste como traspasar los umbrales de las puertas de las iglesias, a cualquier hora del día y encontrarlas desiertas, encontrarlas vacías. Ésta es la sangrante realidad de la que no somos lo suficientemente conscientes, por ello permítaseme traer aquí y ahora, un emocionado recuerdo del apóstol de los sagrarios abandonados, D. Manuel González, que fue obispo, primero de Málaga y después de Palencia, recientemente canonizado, el 16 de octubre de 2016, por el Papa Francisco. Este hombre campechano y sencillo, fue lo que se dice un enamorado de Cristo Sacramentado, que ya desde pequeño acostumbró a iluminar su fe con la tenue luz de la lamparilla del sagrario. Desde los 10 añitos era componente del grupo de los “seises” de la catedral de Sevilla, su ciudad natal, que cantando y bailando acompañaban al Santísimo en la festividad del Corpus Christi”. Destinado a un pueblecito como sacerdote, pudo constatar el abandono en que yacía el sagrario y ello le marcaría para siempre dotando, a partir de entonces, de un especial carisma su labor ministerial, que podíamos resumir en dos palabras: abandono y compañía.  Tan cerca sentía a Cristo Eucarístico que no necesitaba de la fe para creer en su presencia real.      

 D. Manuel nos enseñó que el programa del sagrario, donde Jesús permanece con nosotros,  puede ser un ideal de vida:  Estar, acompañar a Cristo, es en cierta manera ser  de Cristo. Tener los ojos puestos en el sagrario es tener la mirada puesta en ese punto rojo que nos trasporta al misterio trinitario. El Jesús del evangelio es el mismo que el Jesús del sagrario, clamaba D. Manuel. Los biógrafos han dicho de él: “que fue orante evangélico ante la eucaristía y orante eucarístico ante el Evangelio”.

 

 

¡Que gozo interior sentiríamos por dentro si la fe viva en Jesús Sacramentado invadiera y llenara nuestra alma!

“Corazón divino,

¡Qué dulzura dan

de tu sangre el vino

de tu Carne el Pan!

 Éste es el consejo que daba D. Manuel al catequista, si quiere educar en cristiano: “Llévelos al sagrario, por todos los caminos que sepa y todas las veces que pueda, hasta conseguir que el Jesús del sagrario se venga a vivir a su clase”.  

El obispo de los sagrarios abandonados quiso, aun después de muerto, seguir sirviendo a su “AMO”, que así es como le llamaba a Cristo Sacramentado, por lo que dejo dispuesto que, en la Capilla del Santísimo de la Catedral de Palencia, donde está instalado su sepulcro, pudieran leerse estas inspiradas palabras. “Pido ser enterado junto a un Sagrario, para que mis huesos, después de muerto,- como mi lengua y mi pluma en vida-, estén siempre diciendo a los que pasen, ¡Ahí está Jesús!  ¡Ahí está!, ¡No lo dejéis abandonado!”

2022-06-17

179.-El feminismo terrorista impone su ley

 


Lo primero que quiero dejar claro es que estoy en contra de cualquier tipo de violencia ejercida por el hombre sobre la mujer.  En manera alguna pienso que sea tolerable ningún tipo de atropello o sometimiento femenino, por lo que bienvenido sea todo cuanto se haga   para impedir cualquier tipo de abusos. Ello no impide ser crítico con la ley del “solo el sí es sí”, aprobada ya en el parlamento y a la espera de que el Senado conceda el visto bueno. En manera alguna, parce ser ésta la ley que estábamos necesitando, entre otras cosas porque deja muchas dudas, lo mismo que la ley de la violencia de género, sobre la igualdad de trato dispensado al sexo masculino y porque no parce ser respetuosa con el principio de la presunción de inocencia. EL hecho cierto de que existen hombres violadores y asesinos, en manera alguna quiere decir que todos los hombres lo seamos, ni tampoco que de una parte están las mujeres que son las buenas y de otra los hombres que son los malos o viceversa. Cualquier planteamiento que se haga en esta dirección, cuando menos resulta peligroso y naturalmente conduce al enfrentamiento entre hombres y mujeres, lo cual no es nada recomendable.

Buenos y malos, verdugos y víctimas los podemos encontrar tanto en una parte como en otra. Con ello lo que quiero decir es que por mucha gravedad que conlleve el maltrato, violación y asesinato de mujeres, ello no debiera hacernos olvidar el otro drama presente entre los hombres, a veces, víctimas inocentes de la mentira y la calumnia, condenados a sufrir silenciosamente su calvario sin que nadie les haga caso, hasta que no pueden más y acaban suicidándose.  Que ha habido denuncias falsas contra ellos, que han acabado destrozándoles la vida, es un hecho que nadie puede negar, lo que todavía falta por saber es cuántos de los numerosos suicidios de hombres, cada año, cada mes… son debidos a esta canallada.  No hace tanto tiempo, el juez Francisco Serrano lamentaba el ataque visceral al hombre, por el hecho de ser hombre, hasta el punto de calificarlo de “genocidio” por lo que instaba a investigar "cuántos hombres que han sido denunciados por sus parejas y que han pasado por una detención se han suicidado o lo han intentado, siendo luego los asuntos archivados o sobreseídos". La cuestión es de tal calado, que no debiera dejar indiferente a nadie, por más feminista que uno quiera ser.   

En realidad, esta ley a la que nos referimos, de furibunda tendencia feminista, que en poco será aprobada definitivamente, viene a echar más leña al fuego y a incrementar una cierta alarma social ya bastante generalizada. A partir de ahora, los hombres van a tener que aprender a moverse en un campo sembrado de minas, porque si son acusados y no tienen a mano una prueba fehaciente, póngase por caso un documento firmado, mejor si viene avalado por un notario, lo van a tener crudísimo, puesto que su palabra y personal testimonio de poco va a poder servirles. La situación como se les presenta es como para asustar a cualquiera.   

 Según Irene Montero, la ley del “solo el sí es sí” será recordada como un acontecimiento histórico ya que por fin “la libertad sexual va a ser un derecho en nuestro País, cambiándose la violencia por libertad y el miedo por el deseo”.   Después de escuchar estas palabras de la ministra comunista de igualdad, pareciera como que hasta ahora los hombres nos habíamos dedicado a salir en manada impunemente a la calle en busca de la presa y ahora ya esto se acabó, debido naturalmente a Dña. Irene, hasta hace bien poco dignísima cajera de supermercado por méritos propios; ella y no otra, habría logrado por fin un hito en la Historia de la Humanidad desde los tiempos del “australopithecus  erectus”, cual fuera el de liberar a la mujer de la opresión varonil . Mil gracias, Dña. Irene, aunque a decir verdad muchos hombres comienzan a sentir miedo de que las leyes del LGTBI acaben por hacerles la vida imposible y no solamente los hombres, sino también las mujeres que no son de su cuerda, quienes, dicho sea de paso, seguramente son la gran mayoría.

 Tanto la ley de violencia machista como esta otra del “solo el sí es sí” resultan especialmente perjudiciales para el hombre, porque les colocan en una situación de inferioridad, pero tampoco es que favorezca a la mujer que de ninguna manera quisiera asistir a un escenario de lucha de sexos, como en tiempos pasados lo fuera la lucha de clases.  Es muy difícil pensar que a las mujeres les pueda ir bien, mientras su futuro esté en manos de mentes fantasiosas, entregadas por entero a ideologías disparatadas y perniciosas    

 En estos últimos tiempos hemos podido ver como la ideología de género, que es una pura aberración, ha tratado de imponerse como pensamiento único y partiendo como parte de unas premisas falsas lo único que cabe esperar son resultados nefastos.  No hace falta ser médico para saber que, si a un enfermo se le diagnostica una enfermedad irreal, las terapias para curar el mal no van surtir efecto y esto precisamente es lo que está pasando en el mundo femenino. 

 Estamos cansados, no podemos seguir así por más tiempo, asistiendo a una constante sangría de vidas femeninas. Los años van pasando y la macabra situación de la mujer no mejora. Ello debiera alertarnos de que algo estamos haciendo mal o cuando menos nos obliga a poner en cuarentena algunos de las hipótesis, que oficialmente se dan por ciertas, como es por ejemplo el suponer que todo lo malo que le pasa a la mujer es debido exclusivamente a la violencia machista. ¿Por qué no cambiamos de estrategia y contemplamos este drama desde otras perspectivas? Antes de que suceda el asesinato de una mujer a manos de un hombre ya se tiene preparada de antemano, la respuesta apriorística: “ello no puede ser debido más que a la violencia machista”. Sin duda que esta respuesta sirve para apuntalar a la ideología de género, pero una cosa es eso y otra bien distinta es que se corresponda con la realidad de los hechos. Si hemos de hacer caso a estudios serios realizados por sociólogos y antropólogos, aparte del instinto dominador del hombre, hay muchos otros motivos que pueden dar explicación de muchos trágicos desenlaces, que es preciso tenerlos en cuenta porque, en la medida en que vayamos poniéndoles remedio, se verá favorecida la situación de la mujer. La lista  de los motivos que están en la base de esta desgraciada situación es  larga;  aparte del androcentrismo,  los expertos nos hablan de la banalización del sexo , las infidelidades, la falta de respeto mutuo, los celos enfermizos, la desestructuración de la familia, la pobreza, el alcohol, la droga, la hipertrofia de la sexualidad, la exclusión social.  En este contexto, el caso de familias de emigrantes, que viven en total desamparo lejos de los suyos, merecería un capítulo aparte. Basta ya de hipocresías. No podemos lamentarnos por una parte de lo que está pasando y por otra favoreciendo las circunstancias que lo hacen posible. ¿Qué es lo que queremos: mantener a toda consta la ideología de género o poner fin al drama de la mujer? La solución no está en promover el enfrentamiento y la guerra entre los sexos, sino en una responsable educación, donde se fomenten los valores sólidos como la generosidad, comprensión, entrega, respeto y ayuda mutua, el cariño desinteresado, el aprender a perdonar. Porque sigue siendo verdad aquello de  que “quien siembra amor cosechará amor y quien siembra odio lo que cosechará es odio". En estos tiempos nuestros de vaciamiento espiritual, moral y religioso, los hombres necesitan creer en sus propias mentiras e imponérselas a los demás, bajo el pretexto de liberación, cuando en realidad no son más que instrumentos de opresión. Varias de las leyes del actual gobierno socialista pueden ser una buena muestra de esto que estoy diciendo.  

2022-06-13

178.- Un himno sin letra para una nación sin rostro

 

 




Con esto de la “Liga de Naciones”, invento de la UEFA  se va a abrir un escaparate durante este mes de Junio, donde van a estar presentes prácticamente todas las naciones europeas, con la excepcionalidad de que    España es la única nación del mundo cuyo himno es afásico, sin voz, sin letra pues,  aunque existan otros tres países: Kosovo , S. Marino y Bosnia  en la misma situación, hay que tener presente que el primero mencionado no goza de un reconocimiento generalizado, el segundo es una miniatura de estado y el tercero  ya está  en ello y pronto dispondrá de un himno nacional  que reza “¡Vamos hacia el futuro, juntos!”….

Nuestra miseria espiritual llega a tal extremo que hemos sido incapaces de ponernos de acuerdo para gritar juntos un ¡Viva España ¡ o para compartir juntos el orgullo legítimo de sentirnos españoles, ni tan siquiera para llamar a nuestra nación por su nombre, porque son muchos los que en lugar de España prefieren llamarla  “Este País”.  Partiendo de esta anómala  situación, fácil es darse cuenta de que estamos condenados a seguir estigmatizados de por vida y a no poder cantar con honor las glorias y excelencias de nuestra patria. Dejar vacío de contenido nuestro himno nacional es como renunciar a nuestras  señas de identidad, quedarnos sin carta de presentación, es  hacer de nuestra  querida España un ente amorfo e indeterminado, es convertirla en una campana sin badajo o lo que es peor en un cuerpo sin espíritu.

  Me indigna y me sonroja pertenecer a una nación con un himno en blanco, carente de texto, que en el mejor de los casos lo que pone de manifiesto es el desprecio por todo sentimiento patriótico. Siempre que se produce un evento importante, sea deportivo o de otra índole, en el que España está presente, me siento avergonzado y humillado de que  los españoles no podamos cantar a la patria  con emoción, tal y como lo hacen el resto de los habitantes de la tierra pertenecientes de los demás países del mundo.  

 Ahora que se está celebrando el campeonato futbolístico internacional  LA UEFA NATIONS LEAGUE 2022/2023  Siento admiración por los participantes y aficionados de los diversos países, que  con una sola voz se dejan el alma cantando a pulmón abierto el himno  en honor a su patria, con la mano puesta en el corazón, mientras los españoles lo único que podemos hacer es entonar Chunda, chunda, chunda, chunda…, porque otra cosa no hay , bueno sí , en honor a la verdad ha salido una nueva versión que es la del  lo, lo, lo, lo…, de enorme expresividad, y pasión patriótica, como puede verse.

   Me imagino el sentimiento de orfandad y acomplejamiento que tienen que sentir nuestros representantes, al no poder expresar su emoción por España más que con el silencio o con las lágrimas y ello es así, porque  ninguno de los gobernantes del PSOE  o del PP, quiso o se atrevió a poner letra a un pentagrama. En una ocasión alguien preguntó a Carmen Calvo, siendo ésta ministra de cultura en el primer gobierno de Zapatero, cuál era el motivo por el que el himno español no tuviera letra y la respuesta fue contundente, no se la pierdan: “ello es debido a que no es asunto prioritario”. Se hace innecesario cualquier tipo de comentario, tan solo decir que para las Comunidades Autonómicas, comenzando por la Catalana, sí parece que lo es, por cuanto que con fervorosa devoción todas  se han apresurado a dotar a sus respectivos himnos de un texto  que sacara a relucir todas las tradiciones, costumbres, folklore, tipismo  y todo aquello   que pudiera enaltecer al terruño y enardecer el ánimo de sus moradores.  

¿Por qué España, la nación con más solera de Europa, no dispone de un himno nacional emblemático, que exprese su carisma y personalidad? Pese a lo que digan los políticos, el último motivo de esta sin razón es la imposibilidad de llegar a un mínimo consenso entre los nacionalismos, que se niegan a aceptar que un solo paraguas pudiera servir para tapar varias cabezas. Ni siquiera hemos sido capaces de ponernos de acuerdo en el nombre que debemos dar a nuestra Nación,  lo demuestra el hecho de que  para muchos de nuestros conciudadanos  España no es más que “ Este Pais”.  No es pues de extrañar que todos los  intentos por dotar de letra  a nuestro himno nacional hayan acabado en un estrepitoso fracaso,  comenzando por  el del compositor madrileño Víctor Lago Pérez  y acabando por la propuesta hecha en el 2007 por el Comité Olímpico Español, donde simplemente se decía: "¡Viva España! Cantemos todos juntos con distinta voz y un solo corazón". Pues bien, ni siquiera una cosa así pudo abrirse paso. Como en tantos otros asuntos, el Congreso de los Diputados se ha mostrado incapaz de dotar a nuestra Patria  de  aquellos mecanismos  provechosos, puestos al servicio de una  conjunción de sentimientos.  Se mire por donde se mire, lo que sucede en España,  es como para morirse de indignación y de asco.


127.- Unos días de convivencia con los monjes trapenses de la abadía de Sta. Mª de Viaceli

  El día 1 de septiembre, celebrábamos el 57 aniversario de nuestra boda. Cuántos recuerdos agolpados, cuántas vivencias compartidas; un sin...