Los españoles lo primero que debería saber es que todo sistema educativo debiera ser abierto en correspondencia con una sociedad plural y como lo exige el derecho que asiste a las familias a dar a sus hijos la educación que consideren más conveniente de acuerdo con su principios y convicciones. Contraviniendo a este principio elemental la Enseñanza Publica en España resulta ser monolítica, cerrada común para todosy totalmente supeditada y dependiente de Estado. Solamente en el contexto de una educación descaradamente politizada pueden entenderse declaraciones de algunos líderes políticos que apuntan a servirse de ella para expulsar a Dios de la escuela , basándose en unos argumentos que dan risa, como es el de que la religión pertenece al ámbito privado, pero no así la laicidad que según ellos debe hacerse omnipresente en la vida pública. La cuestión viene ya de muy antiguo.
El enfoque que se ha
venido dando al tema educativo, ha estado viciado desde el principio. Se parte
del hecho que los laicos tienen todo el derecho a serlo , a manifestarse
públicamente como tales, a tener una
escuela hecha a su medida, en cambio los creyentes han de conformarse con una
escuela que nada tenga que ver con sus convicciones. Lo laico es fiable en cambio todo lo que huele a religioso es sospechoso, lo laico es sinónimo de
neutralidad lo religioso de fanatismo
que hay que ir erradicando de la vida pública. Argucia, pura argucia, porque la
realidad es, que en materia de educación
la neutralidad no existe. Sucede
y a veces es fácil de constatar como la
laicidad no es nada tolerante y con frecuencia bastante tendenciosa y
virulenta. El mero intento de retirar
los crucifijos y prohibir que en las escuelas
se hable de Dios es ya una forma intransigente de confesionalidad negativa ;
pero al fin y al cabo confesionalidad, entonces yo me pregunto ¿Por qué los sin
Dios han de gozar del privilegio de
poder asistir a un escuela donde se sientan cómodos y los demás no. Bien está
la escuela laica ; pero ¡ojo! solo para
quien la quiera, nunca imponérsela a quienes prefieren otro tipo de escuela.
Olvidar esto, puede conducir a una injusta discriminación ciudadana y esto es
lo que está sucediendo. Mucho hablar de democracia
cuando se están conculcando los derechos más fundamentales de la persona
como pueden ser el derecho de los padres a elegir la educación que desean para
sus hijos. Resulta desalentador
constatar como los políticos de uno u otro signo están acabando con la
educación libre
Increible pero cierto. Aquí es obligatoria la
escolarización y has de hacerlo en un centro público si quieres que sea
gratuita, cuando como mucho lo único exigible sería el que los niños recibieran
una educación; pero bien entendido que ésta ha de ser como y donde los padres
decidan. Los políticos no acaban de entender que
una cosa es la educación y otra bien distinta la escolarización. Es
completamente razonable que el Estado universalice la primera porque se trata
de un bien al que todo ciudadano tiene derecho. Lo que resulta de todo punto
inadmisible es que se imponga de forma
obligatoria la segunda, porque ello constituye un atentado contra los derechos
de la patria potestad ¿ Quien es el Estado para imponer la asistencia a centros
estatales e invalidar la educación en el seno de la familia? ¿ Por qué el
Estado puede desconfíar de la educación domiciliaria y los ciudadanos no pueden
desconfiar de la educación estatílazada que se imparte en la escuela pública?
Otro tanto
podría decirse en referencia a la escuela mixta y la escuela diferenciada . ¿
Por que la primera es mimada y privilegiada y
la segunda prohibida y perseguida en España? Los padres que estén en
desacuerdo con los postulados de la
ideología de género tienen todo el derecho del mundo a exigir al Estado que se
les dé opción de llevar a sus hijos o
hijas a una escuela diferenciada, sobre todo a aquellos que están convencidos
de que en este tipo de escuelas se
obtienen mejores resultados académicos y mejor formación humana.
Estamos siendo víctimas de una escuela
pública rígida y uniformada. Fácilmente manipulable como les gusta a los
políticos ¿Por qué tanto miedo a la libertad de enseñanza? ¿Por qué tanto
miedo a dejar la escuela en manos de los padres? Pues precisamente por eso,
porque teniendo el control de las mentes tienen en sus manos el destino de la
sociedad del futuro y esto va a seguir
siendo así mientras no se vaya creando en la ciudadanía una conciencia de que
la educación no es competencia del Estado sino de las familias que son en
definitiva las que ponen el dinero y a quienes por derecho propio les
corresponde decidir sobre educación. No haría falta decir que la educación para convertirse en instrumento de liberación
humana , ella misma tiene que comenzar por ser libre, pero para ello tiene que dejar de ser
monolítica y pasar a ser plural, como plural es la sociedad y la familia; pero
esto es precisamente lo que incomoda a los políticos que se sienten más seguros
con una escuela homologada y férreamente
controlada, para así encauzar los pasos de las nuevas generaciones y perpetuar el
régimen partitocrático vigente.
Durante el periodo de la transición hemos
tenido que soportar una vorágine de cambios y trasformaciones, de reformas y
contrarreformas protagonizadas por los sucesivos partidos en el poder que han
llevado a la escuela española a una situación de desconcierto. Nos hemos visto inmersos en la lucha política de los partidos
por hacerse con la escuela, por ello no ha sido posible el pacto escolar, pues
sabido es por todos, que quien se haga con la escuela será dueño de la sociedad
del futuro y en esas estamos. Para nuestra desgracia el sistema educativo
español está politizado con voluntad de seguir estándolo por muchos años y
claro está, así es imposible que la enseñanza en España levante cabeza.
Mientras la escuela siga ideologizada y sea considerada como un instrumento al
servicio de la política poco cabe esperar. Es mucho
lo que en estos años atrás se debió hacer en materia de educación y no se hizo
o se hizo mal. Después de haberlo intentado por activa y por pasiva, no se
acertó con la tecla adecuada y como consecuencia lógica de tanto desatino,
nuestro nivel educativo anda por los suelos como reiteradamente vienen
manifestando los informes Pisa. Ello lo que demuestra es que cuando la política
se mete en la escuela el fracaso está asegurado.
El mejor servicio
que los políticos puede hacer hoy a la
educación española es despolitizarla es olvidarse de ella