Dejemos que sea Lucas quien nos lo cuente. “Cumplido el tiempo del parto María dio a luz a su hijo, lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre”. Los cielos se rasgaron por no poder contener el alborozo celestial de un ejército de ángeles que entre las nubes “ alababan a Dios diciendo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra”. Ya nada volverá a ser lo mismo. La suprema aspiración humana se ha hecho realidad, Dios es ya uno de los nuestros y su gloria ha inundado de luz este mundo nuestro, sumido en las tinieblas. Esto es lo que sucedió hace dos mil años en nuestra tierra, aunque hay hombres que quisieran olvidarlo. Ésta ha sido la revelación de Dios, la más sublime y hermosa de todas las locuras que uno pudiera imaginarse. Éstas son llas Navidades que algunos nos quieren robar y otros ensuciar o adulterar; pero no podrán porque forman parte de nuestra historia y siempre habrá un corazón humano que tiemble de emoción cada año, por estas fechas Después de haber sabido lo que sucedió en Belén, nos sentimoss orgullosos de ser hombres porque a partir de ahora, la grandeza de Dios será nuestra grandeza y todo lo que nos suceda a nosotros le ssucederá también a Él. Los que solamente somos hombres no acabaremos nunca de entender este misterio; pero si podemoss agradecérselo a nuestra manera y cuando nos acerquemos a adorar al niño, dejemos que sea nuestro corazón el que hable. Éstas son las Navidades que yo quisiera que fueran de todos y para todos, éstas son las Navidades que yo quisiera que duraran todos los días del año. Las otras navidades, aquellas en las que hay que estar alegres por obligación, sin saber por qué, éstas otras navidades paganas a a las que nos hemos ido acostumbrando son las que habría que c comenzar a cuestionarse. |