2022-03-01

159.- Quien se ocupa de los necesitados?

 


Estamos acostumbrados a la arremetidas de la izquierda contra  Iglesia Católica a la que se la considera una parasitaria que se aprovecha del dinero de los contribuyentes para fines particulares, por lo que habría que despojarla de exenciones y privilegios fiscales que  viene disfrutando de tiempos atrás. Fuera, por tanto la casilla de aportación a la Iglesiaen  la Declaración de I.R.P.F. , fuera la clase de Religión de las escuelas , porque así nos ahorraríamos el sueldo de muchos profesores, fuera  el pacto con la Santa Sede… . Nada se dice en cambio, de la subvenciones millonarias a los sindicatos y partidos políticos despilfarradores y corruptos, nada de sus prebendas y tratos ventajosos ¿ Por qué  no  se exige también una autofinanciación para estas organizaciones, tal como el pueblo reclama?  Cuando este tipo de arremetidas son injustas hay que decirlo también. Reprochar a la Iglesia un mal uso de los dineros recibidos,  en el momento actual, cuando todos sabemos los agujeros sociales que con ellos se están tapando, es al menos una irresponsabilidad y  lo que pone de manifiesto, una vez mas, es la falta de congruencia de una parte del laicismo, que no acaba de comprender  que la  aportación católica a través de la casilla es una  decisión libre y voluntaria de los ciudadanos, con la que unos podrán estar de acuerdo y otros no; pero que a nadie se le obliga. Y lo mismo cabe decir de la opción a la clase de Religión, que por donde quiera que se mire, ha de ser decisión de los padres,  porque son ellos y  no el e Estado los que financian la educación de sus hijos. El mismo derecho que tienen unos a pedir una educación laica, lo tienen los otros a recibir una educación religiosa. El proyecto laicista en curso, por mucho que se quiera camuflar, no acaba de despojarse de ciertos ribetes de totalitarismo con el que se trata de imponer los juicios y apreciaciones propios de forma exclusiva y excluyente, como si los demás no existiéramos, como si la sociedad en que vivimos no fuera pluralista. Pero esto no es todo, no  es ya sólo  de intolerancia de lo que estamos hablando,   es también la ceguera de una ideología sectaria,  incapaz de  interpretar la realidad de los hecho

 Resulta lamentable y grotesco que los mismos que piden medidas contra la pobreza, arremetan contra quien  más está haciendo por paliar sus efectos. Hace falta ser muy sectario para lanzar una campaña de desprestigio en unos momentos en que la Iglesia  a través de sus numerosas obras benéficas, comedores sociales, centros de ayuda, atención sanitaria, orfanatos, centros de reeducación social etc, etc está siendo la última esperanza de miles de pobres, abandonados, marginados, enfermos, drogadictos, ancianos… Critíquese a la Iglesia en lo que tenga de criticable ; pero en esto, no. Por mucho anticlericalismo  que corra por las venas, hay que estar muy obcecado, para no darse cuenta, que en la situación presente, suprimir las partidas presupuestarias a la Iglesia, no supondría dejar sin pan y  sin cobijo a los obispos, ni siquiera a los sacristanes, sino a los miles de menesterosos, de niños y mayores hambrientos, de personas en situación de extrema necesidad, dejar a la intemperie a numerosas familia  a quienes la izquierda dice defender . ¿ No es esto una contradicción? 

 No hace falta ser católico para rendirse ante la evidencia y  sentirse agradecido a la Iglesia por todo lo que está haciendo a favor  de los más necesitados . De hecho hay ateos que así lo reconocen; tal es el caso del oncólogo . J. M. López  que a pesar de no ser creyente se ve obligado , según su propio testimonio, a señalar la X a favor de la Igesia por tres razones fundamentales que él explica muy bien . He aquí sus  propias palabras: 

 1ª Ya sé que existen las recientes criaturas llamadas oenegés, pero cómo negar el papel histórico de las misiones católicas y de Caritas en ese terreno. No estableceré un ranking de altruismo, pero yo, siendo ateo, dudo que los recursos administrados por la Iglesia sean desdeñables o necesariamente sustituibles: voto por mantenerlos.

2ª. Para explicar la idea de Europa -y no digamos la de España- a un extraterrestre, sería imposible obviar el catolicismo. Entre nosotros, terrícolas, sería fatigoso desgranar su legado intelectual, arquitectónico, ético y artístico…. Voto por ese espíritu de paz y concordia, aunque yo no sea creyente.

3ª. Justo por no serlo, me parece inexplicable el furor obsesivo por bajar los crucifijos de los colegios. ..Me espanta el fanático que se jacta de clausurar escuelas católicas o quemar frailes. A mi juicio de ateo, es lógico y deseable que el Estado sea laico, pero sucede que España no lo es. Hay vida inteligente fuera del Estado, así que pongo la Xpara la Iglesia Católica, no vaya a ser que algún insensato la destine a construir mezquitas y tengamos que resucitar a don Juan de Austria.”  Me queda la curiosidad de saber si los responsables políticos de nuestro pais, son capaces de entender  el razonamiento de este ateo y de otros muchos que siguen marcando la casilla. A lo mejor un día  acaban dándose cuenta  que de no haber sido por todas las obras benéficas costeadas por la Iglesia a favor de los más necesitados no gozaríamos de la paz social de que gozamos. 

127.- Unos días de convivencia con los monjes trapenses de la abadía de Sta. Mª de Viaceli

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