2022-02-28

148.- Jóvenes para el cristianismo


 

Sois ya jóvenes, sin saber muy bien como, habéis  dejado de ser niños. Las funciones biológicas, vuestros rasgos físicos y vuestros rasgos psicológicos han cambiado. Ya no os gusta que os llamen   ni que os traten como a niños y hacéis bien, porque habéis dejado de serlo. Seguramente que la niñez la recordáis como una etapa muy bonita en vuestras vidas, pero es una etapa que ya pertenece al pasado. Vosotros habéis cambiado y con ello han cambiado vuestros gustos, preferencias, hábitos de comportamiento, aspiraciones....en fin, en una palabra, que las cosas que ahora os gustan son distintas a las que os gustaban hace unos años.

Iniciáis una etapa cargada de expectativas. Ante vuestros ojos se abren miles de posibilidades. comenzáis un nuevo viaje, tanto en el aspecto humano como en el aspecto religioso y para este viaje habréis de prepararos con todo esmero.

En las diversas culturas, el paso de la niñez a la juventud iba acompañado de un solemne ritual, que en algunas culturas primitivas persiste todavía. Con ello se quería dar a entender que la incorporación del nuevo miembro a la sociedad, a partir de entonces, suponía gozar de determinados derechos y responsabilidades. También a vosotros la sociedad y la Iglesiaos reconoce unos derechos y unos deberes propios de la edad. Habéis demostrado que ya se puede confiar en vosotros, que se os puede conceder un cierto grado de libertad para que vayáis aprendiendo vosotros mismos a encauzar vuestros pasos, a orientar vuestra vida. Ya no necesitáis de que alguien os lleve de la mano y os vaya diciendo en todo momento lo que tenéis que decir o lo que tenéis que hacer. Es algo parecido a lo que sucede con las personas que están aprendiendo a conducir. Primero pasa un tiempo de aprendizaje, teniendo siempre al lado alguien que les vaya enseñando y diciendo lo que tienen que hacer, pero a medida que van aprendiendo a conducir se les va dejando solos, hasta que se encuentren en disposición de poder conducir por si mismos. Al principio con viajes cortos y por rutas conocidas, con una persona de nuestra confianza al lado, para después poder hacer viajes de largo recorrido, con capacidad para afrontar las dificultades que vayan saliendo al paso.

Vosotros, hasta ahora, habéis estado dependiendo totalmente de vuestros padres, profesores, catequistas, etc., pero ya ha llegado el momento de que os vayáis soltando, de que comencéis a caminar vosotros solos, poco a poco. Ya ha llegado el momento tan ansiado por vosotros de estrenar la libertad; eso que los jóvenes, como todo el mundo, desean con todas sus ansias. Sois conscientes de que necesitais el grado de libertad que corresponde a vuestra edad; lo reclamáis, y hacéis bien, porque es algo que os corresponde, ya que tenéis que comenzar a prepararos para vivir vuestra vida. Así uno de vuestros deseos más profundos se va a ir haciendo realidad poco a poco. Ese don de la libertad os lo da Dios para que vayáis perfeccionándolo progresivamente. La libertad es lo que todos los hombres quieren, pero paradójicamente son pocos los que saben qué es la libertad y en qué consiste . (Y vosotros ¿sabéis lo que es la libertad? ¿qué idea tenéis de ella?)

            Para poder hacer buen uso de la libertad lo primero que tendríamos que saber es en qué consiste. Generalmente se tiene una falsa idea de ella y así se dice que libertad es poder hacer lo que uno quiere y no es así. La persona que vive en libertad no es precisamente la que vive al margen de toda ley y se salta a la torera todos los preceptos morales, sino al contrario; la libertad es una cualidad del ser humano responsable, que tiene unas exigencias. La libertad vendría a ser esa  capacidad que el hombre tiene de hacer el bien pudiendo hacer también el mal .

        Con demasiada frecuencia se piensa, que la libertad es algo que se concede gratuitamente, cuando en realidad llegar a ser libre no es cosa fácil y supone un gran esfuerzo. El aprender a ser libre supone sacrificio . Llegar a ser una persona libre es una conquista que no está al alcance de todos y son pocos lo que lo consiguen y si no decidme: ¿es libre el que vive esclavizado por sus bajos instintos e inclinaciones?...¿es libre el drogadicto?...¿es libre el alcohólico?...¿es libre el golfo que vive esclavizado por sus vicios?... Para vivir la aventura de la libertad es necesario esfuerzo , aunque, eso sí, es un esfuerzo que merecerá la pena, porque pocas cosas podrán compararse con poder llegar a ser una persona libre, dueña de si misma.

Al comenzar vuestra aventura por los caminos de la libertad, conviene que recordéis que lo que mucho vale mucho cuesta y llevar adelante vuestro proyecto de vida libre y responsable sin duda cuesta, pero este es vuestro gran reto. Ciertamente la libertad constituye la gran dignidad del hombre, pero como veis también supone un gran riesgo, ya que podemos equivocarnos y hacer mal uso de ella.

 La libertad lleva consigo la responsabilidad. El sujeto libre es también responsable de lo que hace y deja de hacer. Tendréis que ir asumiendo vuestras cotas de responsabilidad con la sociedad y con la Iglesia, en unos tiempos en que lo que se lleva es una cierta apatía, el no querer saber nada de dificultades y de problemas, en una época en que lo que se lleva es el pasotismo y el relativismo.

              Sabeis como yo que uno de los rasgos de la juventud actual es el "pasotismo", fruto de una vida cómoda y permisiva, actitud que está acorde con la sociedad del bienestar; pasotismo de quienes no tienen mayores problemas, de quienes lo tienen todo resuelto sin grandes esfuerzo y que han nacido con la mesa puesta. El mundo de la juventud al que os vais a incorporar no es ciertamente el mejor de los mundos posibles. Es un mundo atractivo, con muchas cosas buenas, que iréis descubriendo, pero también con muchas cosas que no lo son tanto. En él vais a encontraros con la "movida", el botellón, las pastillas, el placer fácil, etc. En el mundo juvenil os vais a encontrar con gente encantadora, pero también con jóvenes vacíos por dentro, que no tienen ningún tipo de aspiraciones. Os vais a encontrar con jóvenes víctimas de la "flojedad", faltos de coraje, llenos de insatisfacción y cobardía, que no saben muy bien que hacer con sus vidas. En general os vais a encontrar con un ambiente dominado por el "carpe diem", que tienen por lema el "vive deprisa el momento presente; disfruta de la vida aunque tengas que morir  joven ".

            A mí personalmente me entristece que las cosas tengan que ser así, porque la juventud siempre ha sido la edad de los grandes ideales: Juana de Arco, Teresa de  de Lisieux, Luis Gonzaga .... Me da pena, porque un joven que ha perdido el idealismo ha perdido su identidad. Si no tienes ideales y proyectos cuando eres joven ¿cuándo los vas a tener?..........

Un joven necesita una meta para su vida. Lo necesita tanto como el respirar.  No esperéis a ser viejos para dar sentido y orientación a vuestras vidas. Tendréis que saber ya desde ahora qué hay cosas por las que merece la pena vivir, incluso morir si fuera preciso.

        Siempre he tenido un reparo en preguntar esto a mis alumnos, porque temía lo que me iban a  responder: ¿Qué queréis hacer con vuestras vidas? Temía que  me dijeran "Yo quiero hacer de mi vida lo que todo el mundo. Quiero acabar una carrera y cuando sea mayor ganar mucho dinero, tener una buena casa, un buen coche y divertirme y pasarlo bien". ¿tú que estás leyendo esta página, piensas también así?......Dime que no. Dime que necesitas de unos ideales que te ayuden a sentirte joven. Dime que necesitáis de unos ideales para no morir de aburrimiento y tedio. Dime que no eres conformista, que no te gusta esta sociedad nuestra, injusta y materialista. Dime que  te rebelas contra el reparto injusto de las riquezas, que hacen que más de media humanidad se esté muriendo de hambre, mientras la otra mitad derrocha y despilfarra a manos llenas. Dime que estas descontento con una sociedad enferma en la que los derechos de los niños no son respetados..........

Ha llegado vuestra hora en la que habréis de preguntaros ¿Qué estáis vosotros dispuestos a hacer?...¿Qué es lo que cambiaríais en esta sociedad en la que os ha tocado vivir?......

Vosotros, jóvenes cristianos, necesitáis de Alguien que devuelva la ilusión a vuestras vidas y ese Alguien no puede ser otro que el propio Cristo. Si queréis ideales para vuestras vidas, coged el Evangelio. En el mensaje cristiano encontrareis la respuesta que andáis buscando. En el seguimiento de Cristo encontrareis la felicidad plena a la que aspiráis. Os está haciendo falta decisión, coraje, para dar el sí definitivo a Cristo y cualquier ocasión puede ser buena para decidir ser un cristiano auténtico en un mundo sin Dios. Este es el gran reto que Cristo os lanza  y que el Papa os recuerda siempre que tiene ocasión a vosotros jóvenes que no podéis quedar indiferentes.

244.-Tenemos la obligación de defender nuestra civilización cristiana.

  Si en algo estamos todos de acuerdo es que la fe y los valores cristianos son la base de la civilización occidental. Renunciar a ellos ser...